A pesar de entender que lo que hacemos es importante nos negamos a comprender la utilidad de ello, pues preferiríamos estar descansando, durmiendo, charlando o haciendo cualquier otra cosa que el cansancio nos hace pensar que es mucho más productivo. Por más que pata liemos, gritemos y neguemos sobre el trabajo él seguirá hay para nosotros, esperándonos a que lo ágamos y por más que lo aplacemos nadie más lo va a hacerlo por nosotros y no va a cambiar por más que roguemos que ocurra; por ello es mejor mirarlo fríamente, maldecirlo un par de veces y al final solo resignarnos a hacerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario